El sombrero de Gessler
Alusión
a la leyenda que cuenta que Guillermo Tell se negó a inclinarse ante el
"sombrero de Gessler". Gessler, un gobernador austriaco, hizo colocar
su sombrero a lo alto de una estaca, y ordeno por ley que todo el que
pasara frente a él debía postrarse para saludarlo. Tell desconocía la extraña
ley, y se negó a proceder. Gessler, sabiendo que era el mejor arquero del
lugar, le propuso una prueba para librarse de ser encarcelado; debía de acertar
en el blanco con su arco. Pero decidió también que el blanco debía ser, ni más
ni menos, que una manzana colocada sobre la cabeza de su hijo. Aunque tell se
negó a disparar contra su propio hijo, el pequeño, convencido de la habilidad
de su padre, colocó la manzana sobre su cabeza y alentó a su padre a disparar.
Este apuntó con su arco, disparó, y la manzana cayó al suelo partida en dos.
Tell, enojado por la injusta sentencia impuesta, incurrió diciendo que de haber
fallado el siguiente blanco hubiese sido el propio Gessler. Esté, traicionado
en su palabra, le hizo apresar y ordeno que fuera encarcelado. A pesar de ello,
Guillermo Tell logró escapar gracias a su ingenio.
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